Emilio Paz (Lima, 1990) is a teacher of philosophy and religion, graduated from Universidad Católica Sedes Sapientiae. He is the author of "Septiembre en el silencio" (Club de lectura poética, 2016), "La balada de los desterrados"(Ángeles del Papel Editores, 2019) and "Laberinto en versos"(La tortuga ecuestre, n°394, 2018). He is the winner of the Marco Antonio Corcuera Foundation competition and the ninth international competition "El Parnaso del Nuevo Mundo" in the short story category. He has published in various media in Peru, Mexico, Chile, Spain, Venezuela, USA, Argentina, India, Ecuador, Romania, Costa Rica, Sweden, Germany, Italy, Cuba, Uzbekistan, Bulgaria and France. It has been translated into Romanian, French, Italian, Bulgarian, Uzbek, English and Tamil. He participates in many performances, both international and national. He teaches philosophy and leads poetry workshops. He also publishes works dealing with the relationship between poetry, aesthetics and education. He participated in many international philosophical conferences.
Emilio Paz Panana (San Martín de Porres, Lima, 1990). Es egresado de la carrera de educación, especialidad de Filosofía y Religión, por la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Autor de “Septiembre en el silencio” (Club de Lectura Poética, 2016), “Laberinto de versos” (La Tortuga Ecuestre N° 384, 2018) y “La balada de los desterrados” (Ángeles del Papel Editores, 2019), así como también de la Antología Virtual “Discursos Estéticos” (Liberoamérica, 2019). Obtuvo el IX Premio Internacional de Cuento y Poesía “El Parnaso del Nuevo Mundo” 2019 en la categoría de cuento, así como el Mes de las Letras 2017 por su poema “¿Qué es la poesía?” otorgado por la Fundación Marco Antonio Corcuera. Fue invitado a participar en el V Festival Internacional Primavera Poética de la ciudad de Lima y al XXI Enero en la Palabra en la ciudad del Cusco. Poemas suyos han sido publicados en diversos medios impresos y electrónicos de Perú, México, Costa Rica, Ecuador, Chile, Argentina, Estados Unidos, India, Brasil, Rumania, Venezuela y España. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, portugués, rumano y tamil. Ha participado en diversos congresos de filosofía y ha publicado ensayos académicos en torno a la relación entre estética, educación y poesía. Actualmente dirige el blog “El Edén de la poesía”.
Emilio Paz (Lima, 1990) ist Lehrer für Philosophie und Religion und hat an der Universidad Católica Sedes Sapientiae studiert. Er ist Autor von „Septiembre en el silencio“ (Club de lectura poética, 2016), „La ballad de los desterrados“ (Herausgeber Ángeles del Papel, 2019) und „Laberinto en versos“ (La tortuga ecuestre, Nr. 394). 2018). Er ist der Gewinner des Wettbewerbs der Marco Antonio Corcuera Foundation und des neunten internationalen Wettbewerbs “El Parnaso del Nuevo Mundo” in der Kategorie Kurzgeschichten. Er hat in verschiedenen Medien in Peru, Mexiko, Chile, Spanien, Venezuela, USA, Argentinien, Indien, Ecuador, Rumänien, Costa Rica, Schweden, Deutschland, Italien, Kuba, Usbekistan, Bulgarien und Frankreich veröffentlicht. Es wurde ins Rumänische, Französische, Italienische, Bulgarische, Usbekische, Englische und Tamilische übersetzt.
Er nimmt an vielen internationalen und nationalen Aufführungen teil. Er unterrichtet Philosophie und leitet poetische Workshops. Er veröffentlicht auch Werke, die sich mit der Beziehung zwischen Poesie, Ästhetik und Bildung befassen. Er hat an vielen internationalen philosophischen Konferenzen teilgenommen.
Překlad ze španělštiny do češtiny: Olga Walló
SEBEVRAŽDA RACKŮ
překlad Olga Walló
Rodina racků za plotem
který postavil Trump
Kuchají se
Otvírají si tělo
Vnitřnosti vyvrhují
Na trávu, v čerstvé yerbě
Utkvěl pach Cháronův
Zapadá slunce
Obloha se dál sune
Jako řeka bez těla
A slovo boží
je potrhané peří
Trump se jen dívá.
Blaženost,
bolavost
bizár
banalita.
Samá slova smrti
ve tvaru prezidenta
s břitem šedavé zdi
s hřbitovem bez paměti
A rackové?
Rackové?
Nehledí na nic, rvou si břicha,
uštědřují si poslední polibky.
zobák na zobák –
ze srdce bez srdce –
Nehledí na nic, rvou si břicha
Na sebe hledí
v hněvu, vztekle
a klopí oči k zemi
zahlédnou-li
mrtvá těla svých dětí.
Zeď na ně vrhá svůj stín
a jinak nic.
GAVIOTAS SUICIDAS
Tras la cerca construida por Trump
hay una familia de gaviotas.
Se destripan,
abren sus cuerpos,
dejan caer sus interiores
sobre la yerba fresca
que tiene aroma a Caronte.
El sol se pone.
El cielo prosigue su cauce
como un rio sin cuerpo
y la palabra de Dios
es una pluma quebrada.
Trump observa.
La dicha,
la desdicha,
la entredicha,
la susodicha.
Todo es una palabra de la muerte
con forma de presidente,
con cuchilla de pared grisácea
y un cementerio olvidado.
¿Las gaviotas?
Se destripan sin mirar,
se regalan un último beso.
-pico con pico-
-corazón sin corazón-
Se destripan sin mirar.
Se miran
de reojo
y regresan la mirada al piso
mientras observan
el cadáver de su hijo.
El muro regala una sombra
y nada más.
English Translation: Natalie Nera
Suicide of Seagulls
The family of seagulls sits behind the fence
erected by Trump
They dissect each other
They open their own bodies
Spilling out their insides
On the grass, the smell of Charon
Clings to the fresh yerba
The sun goes down
The sky moves further on
Like a river with no body
And God’s word
Is ripped plumage
Trump just keeps looking.
Blessedness
Painfulness
Bizarre
banality.
Only words about the death
In the form of the president
With the blade of the grey wall
With the graveyard with no memory
And the seagulls?
The seagulls?
They don’t care about anything, tearing their abdomens out,
Inflicting last kisses on each other
– Beak on beak –
– heart to heart –
They don’t care about anything, tearing their abdomens out
They look after themselves
In wrath, angrily
And lower their eyes to the ground
If they can spot
the dead bodies of their children.
the wall casts its shadow at them
and that is all.
Sen
překlad Olga Walló
Možná že člověk myslí jako pták
Možná že člověk
Létá
plánuje
panuje
prchá
pronásleduje
a jihne něhou
ale stejně umře.
On ten pták umře
jako umírají ryby,
jako umírají trávy,
jak umírá dítě v děloze,
jak umírá stařec v prázdné místnosti
podobné ptačí děloze:
vlhké
tiché
smutné
tajné.
Co nás odliší od ptáků?
Ruce?
Nohy?
Zuby místo zobáku?
Možná že člověk myslí jako pták
A chce se dotknout slunce
Možná že by se rád stal ptákem
Aby z něj nebyl Ikaros
Z člověka však nikdy nestane se pták,
pták nezná zeměpisné hranice,
meze národnosti,
meze vyznání,
ani schůze a sjezdy
a politické strany.
Pták, ten je jen pták a umírá jak pták.
Člověk, ten je člověk a umírá
jak vyhnaný syn Evy
Leda že Eva jednoho dne vzlétne.
Sognare
Quizá el hombre piensa como ave.
Quizá el hombre
vuela
planea
domina
escapa
persigue
enternece
pero igual muere.
Y el ave muere
como mueren los peces,
como mueren las plantas,
como muere un niño dentro del útero,
como muere un anciano en una sala vacía
que parece un útero de ave:
húmedo
callado
triste
secreto.
¿Qué nos diferencia del ave?
¿Las manos?
¿Los pies?
¿Los dientes por pico?
Quizá el hombre piense como ave
y quiera tocar el sol,
quizá el hombre quiera ser un ave
para no ser cómo Ícaro.
Pero el hombre jamás podrá ser un ave,
el ave no posee límites geográficos
ni nacionalidades
ni religiones
ni congregaciones
ni partidos políticos.
El ave, solo es ave y morirá siendo ave.
El hombre, es hombre y morirá
siendo el hijo desterrado de Eva.
Eva, posiblemente, algún día será avE.
A DREAM
Perhaps a man thinks like a bird
Perhaps a man
can fly
plans
governs
runs away
pursues
and is moved by tenderness
but still dies.
The bird dies anyway
Like the fish die,
Like the grass dies,
Like a child dies in the womb,
Like the old man dies in an empty room
Shaped like a bird’s womb:
moist
quiet
sad
secretive.
What’s the difference between us and birds?
Hands?
Feet?
Teeth instead of beaks?
Perhaps a man thinks like a bird
And wants to touch the sun
Perhaps he would rather become a bird
to avoid the fate of Icarus
Yet, he will never become a bird,
Birds don’t know borders,
the limits of nationalities
the limits of religions,
of meetings, conventions
And political parties.
A bird remains a bird and dies as a bird.
A man is human and dies
as a banished son of Eve
Only if Eve took off one day.
MOTÝLI
překlad Olga Walló
Motýli létají nad květy
nad korunami stromů
nad hloubí údolí
nad modrými domy
nad pozůstatky těl.
Motýli létají nad touhami dětí
A nad tázáním věrných.
Nepozorují nás náhodou bozi
v motýlí masce?
Z poemy „Balada vyhnanců“ (Papíroví andělé, 2019)
MARIPOSAS
Las mariposas sobrevuelan las flores,
las copas de los árboles,
los grandes valles,
los edificios azules,
la huella de los cadáveres.
Las mariposas sobrevuelan los deseos de los niños,
las preguntas de los fieles.
¿No será Dios observándonos
en la figura de cada mariposa?
Del poemario “La balada de los desterrados” (Ángeles del papel, 2019)
BUTTERFLIES
Butterflies fly above flowers
Above the tree crowns
Above the deep of the valley,
Above the blue houses
Above mortal remains.
Butterflies fly above children’s desires
And questions of the faithful few.
Could it be that the Gods behind butterfly masks
observe us?
From the prose poem “The Ballad of Refugees“ (Paper Angels, 2019)
VÝKŘIKY
překlad Olga Walló
A když je smrt blízko
křičíme na měsíc
řveme na slunce
voláme na planety
na zvířata
na stromy
na skály
na moře
Křičíme v slepé víře
že nás bůh slyší,
zaslechne naše nářky.
GRITOS
Y cuando la muerte está más cerca
le gritamos a la luna
le gritamos al sol
le gritamos a los planetas
a los animales
a las plantas
a las rocas
a los mares
Gritamos, creyendo,
que Dios escuchará
nuestros lamentos.
Pero en el fondo, realmente,
gritamos porque,
quienes han muerto, vuelvan para socorrernos.
Quizá,
nuestro clamor
sí llegue al cielo.
SCREAMS
And when the death is near
We howl at the Moon
We shout at the sun
We scream at the planets
At the animals
At the trees
At the rocks
At the sea
We scream in the blind faith
that God can hear us,
that he will hear our cries.
PASAPORTE HUMANITARIO
El 4 de septiembre de 1988, los peruanos comenzaron a irse de su patria.
Abandonaron sus casas
promesas
recuerdos
tazas de café
cementerios / muertos / esperanzas frías.
El 4 de septiembre de 1990 nacía con la firme convicción de sobrevivir
a las colas, a los límites, a la delgada línea que separa dignidad de indignidad,
pero no tenía las intenciones de contentarme con usar aquella máscara
que algunos llaman, con fervor, nacionalidad.
No tengo nacionalidad / patria / firmamento que me llore,
tampoco poseo Dios que me castigue – aunque tengo
una línea imaginaria que me jala a las raíces familiares – pero
es el culmen de una revolución.
El 4 de septiembre del 2000, muchos peruanos regresaban
y un poeta de Europa Oriental quería que su cuerpo fuera libre
para no tener que usar el pasaporte. Pisar de Francia a Inglaterra
sin tener que morir en los fríos brazos del Canal de la Mancha.
El 4 de septiembre del 2008 comenzaba a correr el frío
sobre el esqueleto de un viejo río hablador.
Entonces comenzábamos a comprender el dolor de separar
la vida de la muerte, a los hombres de sus mujeres,
a los cánticos de la noche con las sonrisas de Killa.
Pero esos son los límites, los inventos humanos,
el poder de las altas construcciones financiadas por el crudo oro
que extraen de las entrañas de los pueblos secondo mundistas.
El 4 de septiembre del 2015 comenzaba a perder la paciencia
y el templo de Pachacamac era una disputa de separaciones cronológicas.
La vida reventaba en algarabía falsa
como la que revienta en las costillas de un joven poeta
que se emociona con ser antalogado en una revista extranjera.
¿Qué significa ser extranjero? Ser aquel que solicita un pasaporte humanitario
para cruzar la frontera y así llegaremos al 4 de septiembre del 2019,
con tantos inmigrantes como los que alguna vez dejaron el Perú
el 4 de septiembre de 1988.
Todo vuelve a equilibrarse. Todo vuelve a repetirse.
Todas las fronteras se vuelven más peligrosas.
APOCALIPSIS AZUL
La carretera Panamericana recorre todo territorio americano,
pero en cada punto se solicita algún documento:
visa, pasaporte, documento de identidad, billete de cien dólares.
Todo es válido con tal de cruzar la frontera
y poder escribir en las crónicas sobre ruedas.
Pero uno no tiene idea de qué tan difícil es el recorrer
los miles de kilómetros que separan
a la esclavitud de la libertad.
Si nos ponemos a pensar / reflexionar / indagar
encontraremos que los pueblos no conocen sobre fronteras,
no necesitan armar tratados limítrofes
ni aplicar protocolos de estado, solo desean intercambiar sus productos
y que estos les regalen los diez centavos para la cena.
Sin embargo, nuestros gobiernos solicitan más y más documentos,
más y más dinero / más y más sudor del cuerpo,
porque tiene un alto costo separarse de sus muertos
y no poder obtener más votos para el Congreso.
Entonces comenzaremos a redescubrir el camino de la redención
mientras imploramos a nuestros muertos que nos oigan
y nos permitan alcanzar las puertas del cielo,
para que podamos obtener un último descanso.
Aunque Dios no quiera.
CARTA DE DESPEDIDA PARA UN PADRE DESCONOCIDO
Padre,
gracias por existir,
pero hoy me despido
de tus ojos llenos de dolor
de las montañas escondidas en tus hombros,
de los peces que germinaban de tus dedos
de la extensión del mar que principiaba en tus pies
de tus oídos que eran la última esperanza de Marte.
Padre,
me despido de ti,
tú que estás al otro lado del mar.
Siente mi abrazo,
cálido cándido sereno abrazo
que se confunde con olas de mar
pero que se vuelven fuerzas sobrenaturales
de un Dios que aguarda por ti.
Porque cuando estés al otro lado
no podré visitarte.
LA GEOMETRÍA DE LOS INFIERNOS DANTESCOS
El infierno no tiene forma,
aunque los matemáticos quieran darle forma.
El infierno es un vacío,
hondo y profundo
en el que se almacenan los recuerdos
de tantos años gastados en la oficina.
La oficina era de base cuadrada,
de cuatro metros cuadrados.
CANÓNICO DISCURSO SOBRE LA FEALDAD
Sobre la fealdad se podrían escribir mil historias,
sobre su origen / sobre su mal,
pero dedicarle un apartado a la fealdad
es un acto cristiano de otorgarle un hogar al mal.
Diablo / Demonio / Asesino de la belleza,
cruel patíbulo que sirve de capilla ardiente
para los hombres sin nombre.
Pero yo pose nombre, me identifico con aquel
que alguna vez fue hombre
y que ahora duerme / duerme sin nombre para recordar.
Y ese olvido es un acto de fealdad,
en cambio, la muerte es hermosa.
Olvidar es un acto fe y cruel,
acto que se confunde con misericordia y perdón.
Pero el camino es una hostia a medio comer
y que escupimos al recordar el pecado de vivir.
Latitud y plenitud, corazón que late sin pizca amante
sobre las gónadas de los incestuosos.
Permiso a medio parir y la fealdad que gobierna
en aquel Edén a mitad del desierto.
Sobre la fealdad se podría escribir todo / nada,
pero siempre será la asesina de la belleza,
asesina de los hombres,
asesino de los nombres que nos quedan.
LUMIERE
La suerte cambiará
cuando el cielo llueva sobre el sexo desnudo
de aquellos amantes dantescos que
aunque perdieron vida
ganaron eternidad.
CANTO PARA LA MUCHACHA MALA DE LA HISTORIA
María Emilia Cornejo, guardas mi nombre en femenino,
pero yo soy olvido / tú eres luz.
¿Quién soy para compararme contigo?
Soy una rapsodia mal escrita / un plato de lentejas rechazado
por la alta cultura limeña.
María Emilia Cornejo, anónima del bel canto,
canto villano como el de la poeta de Barranco,
pero tú eres distinta, como distinto es el olvido
que elige a cada poeta.
Aquí yace el mar que mirabas, el fardo funerario que encierra
a aquellos que te señalaron y te quitaron el listón dorado,
pero tú no querías eso, no querías eso,
no querías eso sobre todas las sangres que Arguedas
siempre menciona entre sus letras muertas.
Yo no soy tú, soy el mal canto de Judas,
el disco rayado de Tomás que cae de incrédulo
y que sigue buscando a Dios entre las esquinas de Quilca con Camaná.
Porque mi destino quizá no sea el lago eterno
donde los cisnes ya no necesitan del vuelo
si basta con mirarse, amorosamente, en el reflejo de las aguas azules
que esconden a millones de soldados caídos
que lucharon en nombre de Dios / del amor / de la poesía.
María Emilia Cornejo, guardas mi nombre en femenino,
pero yo soy olvido / tú eres luz / tú eres eternidad / yo soy fugaz.
CEMENTERIO DE ELEFANTES
Voy buscando a Leonard Cohen entre las calles de Valdiviezo,
pero San Martín de Porres es un barrio olvidado,
rechazado por los poetas y los banqueros.
Poeta & banquero, poeta & banquero,
banquero & poeta
son juegos del azar que cambian de roles
cuando la editorial lo disponen.
Uno maneja la riqueza de la palabra,
otra maneja la riqueza de nuestros bolsillos
Ambos en silencio como mares muertos,
como vuelos de peces que cortan las entrañas marinas
y producen aquel cementerio fundado por Valery.
Pero aquí no hay peces ni pescadores,
aquí hay pesados elefantes, con colmillos de oro,
con las orejas caídas como la pena del hombre.
El mar, el poeta & el banquero,
todos son iguales, son como la luna que se vuelve de queso
para que los roedores se le acerquen
tal cual mito platónico.
Pero nada me enternece / nada me satisface / nada calma
esta sed de encontrarme con Leonard Cohen
y pedirle que me firme el libro que habla sobre él.
Eso es más posible que sentir el perdón de Dios.
TRAGEDIA GRIEGA
Me enojo con todo,
me enojo contigo / conmigo
con aquel Dios que nos creó.
Me enojo con el cuervo
con el alce silvestre que da sombra
a las mariposas que salen disparadas
de mis fauces oscuras.
Me enojo contigo / conmigo
pero no puedo hacerle daño
a aquello que habita en mí.
SOBRE LOS CÁNONES DE LA BELLEZA
La belleza nace del coito entre sujeto y objeto,
la belleza es un poema que no tiene acabado,
es un trabajo rústico con aroma a campo.
La belleza es libre y es esclava
de su propio destino
que fuese escrito sobre las rocas primeras
que Dios mandara a la tierra.
La belleza posee aroma a azufre,
con adornos de coletillas de cigarro
que fueron el último deleite del joven de la esquina,
joven de tacos largos.
La belleza tiene ethos, pathos, episteme,
pero tiene una ausencia leve de logos.
Locura y algarabía, dinámica del juego que yace
sobre ella / sobre su cuerpo desnudo.
Húmeros rotos, manos atadas a los ojos de un ave,
cuerpo que es un ente sin pasaporte,
una novela rusa que se escribe con sangre.
La belleza es un canon sin regla,
es la columna de una entidad
más grande que el propio sistema que nos rige.
La belleza / la promiscua belleza
que seduce a todos los hombres
que se entrega a todos los sentidos / todas las voces.
BOHEMIA
Una fiesta,
un cóctel
y la tierra desnuda.
Abrazados,
besándose,
deseándose la muerte.
Aquí están
los años grises,
los techos violetas.
Y en una esquina
un gato
seduciendo a una chica.
Y en el jardín
una gaviota
penetrando en un chico.
Qué hay más allá de hoy
sino la mañana
vestida de rojo.
MELODÍA VII
En tu pecho,
sobre tus senos,
encuentro mi tranquilidad.
Alma que deambulaba perdida;
hoy está en su hogar.
Ahí, donde las codornices
no sienten temor por los cazadores,
está tu palabra acurrucando mi alma.
Entre tus manos,
sobre tus muslos,
está Dios que se apiada de mí
y que me conversa,
delicadamente,
sobre la historia de mis ancestros.
Aquí no hay Eva desterrada
ni Adán inocente.
En tus carnes marinas
está el origen de mis pensamientos,
la nobleza de los sentimientos humanos.
Claveles que nacen en los desiertos
son los que encuentro en tus ojos,
y tus sentidos son poesía
que es declamada por los arcángeles.
En tu luminiscente presencia
la oscuridad de mi razón
encuentra luz y todo el mundo
comienza a tener sentido y orden.
Aquí estás,
abrazando mis miedos
y permitiéndome ser un ave
que corta el viento,
pero sin originar que sangre.
Jamás te vayas,
jamás mueras,
jamás dejes de ser tú,
querida mía.
POESÍA
La poesía
es el último eslabón
de una larga cadena.
Cadena
de donde el humano se sujeta
para no caer en el olvido.
Olvido
que es el último eslabón
de una larga cadena
que siempre apunta
a Dios.
ARAÑA
Araña, un poema de ocho patas.
Cada pata es un verso.
Cada verso es una presa.
Cada presa es un silencio.
PINOCHO
Pinocho no era de madera,
era de sueños.
Su nombre estaba escrito
sobre arena,
sobre hierro fundido.
Paradójico.
Pinocho era un sueño
de un hombre
que estaba muriendo.
UN VIAJE CON SCARAMOUCHE
La vida es un infierno que se debe gozar
con las personas adecuadas
y con la locura proporcionada
a los sueños y a las esperanzas
Ahí, en ese manicomio,
es donde se encuentra el placer de vivir.
Y yo soy el dueño
Soy Scaramouche
ORBITALES GALILEANOS
1. Deje de escribir. No lo van a leer. Posiblemente me equivoque. Pero el riesgo es innecesario. Salve árboles, evite su escritura.
2. Y cuando haya más árboles, habrá más oxígeno. Así los pulmones estarán mejor.
3. Pero evite el cigarro. No quita el estrés ni el frío. Solo ayuda con algunos nervios. Pero mismo efecto tiene el sexo.
4. Cuando quiera hablar de sexo, no lo haga en público. Eso es suyo. Por eso evite escribir. Generalmente, los hombres de letra no conocen de pudor.
5. Y si va a escribir, no se divorcie de la moral. Ya hay muchos hombres sin ser hombres y poetas que son otorongos.
6. Antes de dormir rece, coma algo ligero, lea un buen libro. Quizá muera de un paro cardíaco, pero morirá tranquilo consigo mismo.
7. Alimente a los gatos y perros. Ellos saben decir gracias con el silencio.
8. Aprenda a elegir sus gobernantes. Tantas marchas cuando uno mismo los elige. Pero así es la dinámica: es imposible marchar contra uno mismo.
9. Si tiene colegas doble moral en el trabajo, no se preocupe. Con doble moral también se adquiere la doble muerte: la corporal y la espiritual.
10. No siga este protocolo, porque si lo sigue morirá feliz. Y, posiblemente, usted necesite leer a manos de un poeta. No necesita sobrevivir.
TRAS ESA CORTINA
Tras esa cortina
tu falo / clítoris que reclaman por mi mano,
por mi deseo inorgánico.
Tras esa cortina
el descanso veraniego que desnuda los miedos
y que entrega sus entrañas a la bandada de cuervos
que buscan escapar del fuego del infierno.
Tras esa cortina
tu desnudez / tu doble sentido
tu pecado y tu plegaria,
la marcha serena de la menstruación que cae
en la boca de Capaneo que grita / implora.
Ahí, tras la mañana / tras la tarde
el pájaro que muere en el pecho
después de aquel beso de despedida.
Verte cruzar el puente,
con el torso desnudo,
con las costillas explotando,
cayendo en brazos del río.
Tras esa cortina
tu ausencia convertida
en mis lágrimas de sal
que ahogan a las plantas de mis pies.
LOS MILAGROS NO OCURREN EN OCTUBRE
Los milagros no ocurren en octubre
ya lo había dicho Reynoso
entonces comencemos a pensar en que los milagros
pueden ocurrir a mitad
cuando los niños salen de vacaciones
y un cochebomba explota en la cabeza del abuelo.
Los milagros no ocurren en octubre,
Dios se encuentra de vacaciones
y las mujeres ya no se casan.
Los hombres van vistiendo de terno por la calle,
por aquel pisa almas que siempre huele a azufre
y a gotas de semen de gato.
Los milagros no ocurren en octubre
ni en los otros meses del año
para quien no puede pagar un colegio particular
de alguna congregación religiosa
y que le asegure el ingreso a la Católica del Perú.
EL PESO DEL ALMA
Está bien enamorarse a los catorce años
y correr el riesgo de perder la virginidad.
Sentir el culmen sexual en la genitalidad descubierta
y entregarse a Eros sin pecado ni consciencia.
Está bien enamorarse, masturbarse, entregarse,
extasiarse y todo aquel verbo que conjugue con el
sexo repetitivo que cae sobre la cama
y sobre la humedad de la mano.
El alma no pesa, aunque parezca que carga,
porque el alma pesa lo que pesa la pena.
Está bien enamorarse a los veinte años,
sin dolor ni tristeza,
con los pómulos caídos por los exámenes parciales,
por la compañía interesada de los amigos universitarios,
experimentando el olvido y el cansancio
después de la marginal exposición
de nuestra intimidad tras salir del armario.
Está bien, el alma no pesa,
solo pesan las palabras de nuestros padres.
Está bien enamorarse / desenamorarse
cuando lleguemos a la edad de los cuarenta años
y tengamos un frío cañón en la sien.
Así dejar que corra el sentido y la palabra
sobre un charco que se transforma en un espejo
y una última lágrima que caiga
para darle el toque de sabor
a la laguna de la falsa memoria.
El peso del alma
es lo que queda después de la muerte
y de quebrarse el corazón
por el amor aceptado / negado.
EL MAUSOLEO DE LOS ELEFANTES CAÍDOS
Si deseas saber de mi nombre / pasado / presente temor de verano
comienza por desnudar mis huesos
y leer cada crónica escrita en ellos.
Porque hablar de mí es hablar del olvido,
de la puna congelada / de la boca que no habla.
Hablar de mi presente es contemplar el horror del pasado
el sonido de los cañones
el falo de los sacerdotes
el engaño de las mujeres
la pésima costumbre de soñar despierto
mientras el carro se encuentra estacionado
y un delincuente nos apunta con el revólver.
¿Quieres saber de mi persona?
Desnuda mis miedos sobre la tabla de picar
y mezcla todo como se mezcla un potaje extraordinario,
porque soy un lenguado que mira con horror
aquel anzuelo que colocan sobre mi cabeza.
Soy un elefante caído, una capilla ardiente con nombre desconocido
que solo se aferra a la memoria del pueblo
a pesar de que el pueblo decide olvidar.
QUEBRANTAHUESOS
Un gato nace de mis ojos
camina sobre mis brazos
araña mis muslos
desgarra mis órganos sexuales.
Mis genitales cuelgan
así como cuelgan mis miedos.
Huesos quebradizos que ya no sostienen
el cuerpo violentado.
¿Quién soy?
Soy la sombra de un gato
que asesina a mi pena.
PATÉTICAS
Las patéticas son poemas cantados por hombres
que perdieron a un ser querido
durante el lánguido invierno.
Las patéticas jamás van a ser merecedoras de premios,
solo serán merecedoras de un ramillete de flores
y de un espacio en el cementerio.
Las patéticas son palabras que logre reemplazar
las lágrimas agotadas de un hombre que sufre
lo que no sufre el que ya está muerto.
AETERNUS
El hombre es un ser temporal
como un río,
como un lago,
como la placenta,
como las estrellas,
como el vacío y la existencia.
Sujetos al tiempo, de la mano.
Pero el hombre se aferra a lo eterno,
a la posibilidad de detener el tiempo.
Juega a ser Dios,
pero sin ese aburrimiento de la quietud.
El hombre se mira frente a un espejo
y le reza a la imagen tensa
que descansa en la faz de la luna;
a ese conejo que vieran los antiguos
y que ahora verán sus nietos.
El hombre juega con la parábola y el engranaje
de un misterio que pueda ser resuelto.
El hombre se aferra a la eternidad
en el amor y en el verso,
como los artesanos de la belleza,
como los gurús de la sapiencia.
El hombre se aferra a la eternidad en un poema.
CORPO LUMINOSO
El cuerpo es una medida estándar.
El largo y el perihelio se complementan
en la diáfana palabra que emana
de aquel ósculo preciso
que recuerda a la media luna.
El cuerpo tiene una sangría articulada en la clavícula,
un crepúsculo lunar en el ombligo.
El cordón umbilical queda como vestigio sereno
de una época donde no se temía a la muerte:
fue la época anterior a la conquista española.
Ahora, el cuerpo es una existencia
que predomina a ser llamada por la resistencia
y se compenetra con la revolución.
El cuerpo es una medida estándar
para comprender el ancho que existe
entre la vida y la muerte.
AMOR/TUORIO
Tú y yo somos la tumba de la muerte,
el faro que guía a las luciérnagas.
Somos el diluvio y la sequía,
la síntesis de los problemas planetarios.
Somos un ceviche de pota que se come en el mercado
durante la rutinaria temporada del verano.
Somos ese vaso de chicha helada que cae por la garganta
dejando frescas las entrañas.
Tú y yo somos el paisaje perdido de las acuarelas,
el orden cubístico de los murales pintados
por chicos amputados del alma.
Somos la tumba de la muerte,
somos la palabra que le quita voz al olvido.
Somos la patria que escogimos para vivir.
LA DISONANCIA DE PI
Si Pi tuviera final
el mundo sería menos cruel,
creo yo.
Pero si Pi conociera de su final,
estaría creando la próxima arma de destrucción masiva, porque conociendo la
ciencia completa es como se revela la maldad humana.
Pi es como una palabra de Dios:
incomprensible, incognoscible, intratable,
pero aún nos es útil el valor de Pi,
el radio y el diámetro,
la partícula primera matemática.
Si Pi tuviera magnitud de su valor,
la ciencia perdería el misterio de su naturaleza.
Si Pi tuviera valor completo, sin necesidad de redondeos, ya no habría sacrificios en el altar.
Si Pi tuviera palabras,
sería Dios pidiendo perdón a sus hijos.
DEJA VU
Imaginemos que la vida es un vórtice negro.
Las aguas no dejan ver el fondo,
pero iluminan el camino.
Un ejército de luciérnagas agita el aire
y dejan pasar las palabras necesarias.
¿Quiénes somos frente a este vórtice negro?
Dios se aproxima a la cueva,
se hace uno con las aves,
se quita el velo negro de la noche
y revela sus ojos color marfil.
Pero quién es este Dios que todo lo ve y nada escucha.
Porque son siglos que sigo esperando
escondido entre las malezas y los recuerdos.
Aquí, como un deja vu que se come los miedos de los niños
y los arroja sobre los torsos desnudos de los amantes.
La utopía de arropar los pecados en el corazón
es una locura de los ángeles
por querer aproximarse a Dios,
pero solo Lucifer se atrevió a increparlo
y dejar esa semilla de duda en los sentidos del hombre.
Ahora, dos mil siglos después, estamos aquí,
en medio de un desierto,
lleno de flores con aroma a engaño.
¿Quiénes somos frente a ese vórtice negro?
Somos Pi y G que se juntan para dar origen a la vida,
pero que terminan siendo consuelo de un Dios
que experimentó con los dinosaurios
y luego con los hombres.
Somos los números: irreales y necesarios.
Somos los pensamientos: giratorios y nefastos.
Somos las pasiones: pecados y animales.
Somos el deja vu que arroja ese vórtice negro en la playa
y que lo arroja desnudo,
tal cual venimos al mundo: sin números,
sin pensamientos, sin pasiones y, probablemente, sin Dios.
DELFOS
Pernoctamos a la sombra del ciprés
mientras los albatros sobrevuelan.
La mañana es una ígnea
que pende del iris
y cae, lentamente, en el terreno infértil
de los albores y de los amores.
Los huesos estallan,
caen sobre el agua,
forman hondas,
golpean la cabeza de los muertos.
Y los cráneos sonríen.
Pernoctamos, dejamos que el sueño vuele
sobre la rajadura de las rocas
penetrando en el tiempo primero
donde el hombre y Dios eran hermanos.
Aquí se revierte el sentido horario
y la luna emerge durante el día
y la síbila se aparece como una poesía
en forma de daga, de puñal,
de aguijón de abeja
que perfora en los sentidos del hombre.
Aquí, el veneno. Allí, la cura.
En nosotros, un Dios que llora.
Este es el tiempo,
mañana será el ayer que no suma,
y, tal vez, Caronte se libere de su condena
mientras recoge las últimas monedas de plata
que dejaran sueltas las fieras.
Pernoctamos, lloramos, tenemos pesadillas,
Delfos observa y se esconde
tras los aros de Saturno.
Anillos, promesas, dioses caídos en primavera.
El sonido de un gato maullando por hambre
y las grietas de las rocas
que suplican por misericordia.
Aquí, la cura. Allí, la heroína.
Mañana, posiblemente, la muerte que nos toca,
pero por hoy pernoctamos
bajo la sombra de un viejo ciprés que huele
al útero de nuestra madre.
Ese deseo imposible de regresar a casa
y saber que la casa se derrumbó
con el paso de los años,
de los meses,
de los días,
de los dioses que no amaron.
IN MEMORIAN
En memoria del padre callado
de la madre callada
del niño callado
de la noche callada
de la pinta y de la niña
de sus fantasmas
de sus muertos
de sus huesos pulverizados
que alimentan a los peces,
De la mina, de la mita
del trabajo
de la desventura de ser como Dios.
En memoria de los artistas
de las obras
de los sueños
de los libros quemados
de las cenizas esparcidas
de los perros hambrientos
de los gatos sin leche
de la luna sin sol
porque la luna sin sol
es una mejilla rota
agrietada por el tiempo
que va revelando al ser.
Como el idioma
como el credo
como la poesía
que corta almas.
En memoria
del silencio
que sigue hablando
por los muertos que llegan
y ocupan sus lugares
en la interminable lista
de la memoria
de un Dios que no arde.
EPÍSTOLA PARA SCORZA Y LOS POETAS
Querido escritor, si tiene deseos de grandeza
no escriba poesía,
no gaste la vida de los árboles
en aquellas hojas que guarden sus letras.
Evite la deforestación
y regale algo de esperanza al mundo.
No, no escriba sobre usted
si es un hombre que guarda el pudor,
porque los poetas no saben de pudor
y para ellos, lo privado es público
y lo íntimo se muestra en el estante
donde se oferta la vida.
Evite escribir poemas,
mejor beba una taza de café
y escuche las canciones de Queen.
Regálese la oportunidad de ser feliz
y no se condene a la desdicha de la escritura,
de los comentarios de la crítica,
de ser adicto a las reacciones líquidas de la red,
a ser un animal encerrado en algún premio
o ser una herramienta de estudio en el colegio.
Evítese ser un maniquí donde cuelguen letras
e ideas de tantos niños
que renunciaron a ser astronautas
y lo único que les queda es ser poetas.
Por favor, evítese la angustia,
no siga la epístola de Scorza
y descanse jugando con su perro y su gato,
echados en el sofá
mirando alguna serie de Netflix.
Evítese la fatiga,
el rumor incesante,
las miradas acusadoras,
los dedos que señalan la herida,
la materia que pulula de las bocas
de los agrios críticos literarios,
de asesinar árboles para fabricar más hojas
para sus libros que están en la imprenta.
Porque escribir hará que se olvide
de alimentar a sus mascotas,
de la taza de café sobre la mesa,
de saludar a sus familiares en sus cumpleaños,
de visitar a su amigo en la cárcel,
de darle un beso diario a su pareja.
Evite el martirio y la fatiga,
deje de escribir y no exponga su vida.
Porque de la poesía el hombre no come,
porque de la poesía el hombre no muere.
Porque por la poesía uno se hace eterno,
pero debe ofrecer algo a cambio
y todo lo que el poeta ofrece
es su vida que se agota poco a poco.
INVISIBLE
El hombre desea ser invisible.
Le tiene miedo a la muerte
que le toca el hombro
durante cada noche,
durante cada mañana.
Desea ser invisible
y que la muerte no lo vea.
Pero no sabe que la muerte
ya sabe de sus intenciones
y por eso duerme en su corazón,
esperando por despertar
y llevarlo con ella.
El hombre invisible también muere
pero nadie se va a percatar de ello.
Ni de su voz
ni de sus miedos
ni de sus lágrimas
ni de sus viejos sueños.
Porque muere,
lentamente,
desde el momento en que tuvo vida,
porque desde el útero
la muerte lo acompaña.
La muerte todo lo ve
y todo lo escucha.
Para ella
nadie es invisible.
VERSO PARA PIANO
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Jinetes recorren el mundo
buscando tres penas
que cumplan dos años
antes del único deseo.
Pero el único deseo,
tiene más de dos años
y ya no busca tres penas,
asesina a los jinetes que son
cuatro
tres
dos
uno.
Siempre uno es Dios,
dos son sus pares,
tres sus puntas,
cuatro sus dimensiones.
Aquí
en el olvido,
ante la penumbra
de una lechuza que se refleja
en el rostro terso de la luna.
La caína se libera
de su aroma de penitencia.
La soledad
descubre la belleza
de su propia naturaleza.
Aquí
sucumben las plegarias
de los sonidos del piano
que duerme
duerme
duerme
duerm
duer
due
du
d
.
.
.
.
POEMA PARA DEDICAR A LA MIERDA DEL MUNDO
Alguien me dijo
que la vida no puede estar completa,
que la muerte siempre llega y no avisa,
que el mundo es un complejo sistema matemático
y que Dios ha comenzado su huelga
– todos le piden, nadie le reza –
a las doce de la mañana del trece de mayo.
Alguien me dijo
que la mierda es para todos
y que el ser humano es un ser sin luz.
Que la cumbre borrascosa
es una mirada sin penumbra
y que el mundo contempla
a la muerte de las mariposas.
Alguien me dijo
que el amor no conoce de personas
y que el perdón es un regalo
que no merece ser entregado.
Alguien me dijo
todo esto y más
y hoy le respondo
que la luna está completa
y que el amor si es para los humanos.
Que el oso de anteojos ya perdonó al hombre
que lo despojó de su silencio y de su trabajo.
Que el mundo es un manojo de ideas
que recuerda a una cabellera de sirena.
Y hoy le respondo
que la vida es mucho más hermosa
que los mismos cuentos y poemas.
Que el misterio del cosmos
es para un hombre que confronte a Dios
y que sepa que la huelga no es eterna.
Hoy le respondo,
al que alguna vez algo me dijera,
que se puede ir a la misma mierda,
porque no todos poseemos su misma mierda.
De la plaqueta “Laberinto de versos” (La tortuga ecuestre, N° 384, 2018)
LOS MUERTOS SIEMPRE BUSCAN EL SOL
Hoy seré un apu incendiado,
una cabeza de Tumi sobre bandeja de plata.
Seré el epitafio de mis padres
y la cura escondida de la selva peruana.
Seré el fin y el mundo.
Hoy me han degollado,
me han ultrajado,
me dejaron esparcido sobre mi Madre Tierra
y no sabían que era semilla.
Aunque pasen diez, cien, mil años
nada podrá detener a la vida.
Y germinaré como una flor en el desierto,
como el aliento de un dragón,
como la punzante mirada del jaguar
que está acechando a su presa.
Celebraré con una ronda de ayahuasca,
con un pago a mis antepasados,
conquistando la cima de los Andes
y reconciliando a mi patria.
Porque hoy me están matando,
pero volveré de la tumba
y volveré más fuerte
y volveré más sabio
y volveré más humano.
Volveré porque nadie mata
al que ya había estado muerto.
Hoy soy hijo del Amazonas y de la Puna,
soy la semilla bajo la roca.
Soy el sol dentro de mi tierra.
De la plaqueta “Laberinto de versos” (La tortuga ecuestre, N° 384, 2018)
ANTIPOYESIS
La antipoyesis es la lágrima del diablo
cuando no puede decirle “feliz día papá”
a Dios eterno en las alturas.
Es sólo una lágrima
porque el diablo no perdona,
POYESIS
La poyesis es una poesía épica.
Este tipo de composición habla del héroe,
de ese personaje fantasioso con carácter divino.
La poyesis no tiene rima.
Es una prosa libre que sobrevuela
las montañas altas del olvido
y cae en el limbo sin nombre.
La poyesis es la ira de Dios
convertida en hombre.
GATOS
Sobre gatos, todo se ha escrito.
Sobre su alimentación, sus costumbres,
hasta de sus religiones.
Los gatos tienen palabras extrañas
sonidos vagos, promesas eternas.
Una mirada fija en la ventana que cuelga.
De los gatos, todo se ha escrito,
menos la muerte.
Los gatos nunca mueren
PAESÍA
La paesía es una teoría extraña.
No es poesía y tampoco es paideia,
es una palabra extraña
que logra encerrar el misterio humano
sobre la desolación y la creación.
La paesía tiene algo distinto
como una pluma negra sobre un plumaje blanco.
Es como una estrella que brilla en azul,
pero que carece de núcleo rojo.
La paesía es la posibilidad humana de Dios
PAÓTICAS
Las paóticas no son poemas,
tampoco son antipoemas.
Las paóticas son versos sin articulación,
poemas que rasgan la piel sin permitir
que el cuerpo sienta placer.
Una paótica es “Señor, aparta de mí este cáliz”
y el dolor es el silencio que prosigue.
Así se inventa un nuevo tipo de verso, de poema, de dolor.
COSISOL
Inventar una palabra
es como procrear un hijo.
No lo deseas,
pero lo amas.
Es como cuando Dios nos crea
y nos regala una vida sin oportunidades,
pero con diversas formas de morir
Inventar una palabra,
como el cosisol,
es intentar cambiar el mundo,
aunque estés en estado vegetal
y te deban desconectar.
JESÚS DE NAZARETH
Jesús no nació en Belén, él nació en Puerto Belén,
al norte de Perú, donde la señal de las telecomunicaciones
es una fantasía.
Jesús no nació de María y José, nació de Victoria e Hildebrando,
fue hijo de hombres venidos de provincia,
con las cruces marcadas en el pecho
y con clavos de acero fundido empotrados en las yagas de sus manos
cuarteadas.
Jesús no es Nazareth, no es del mundo, menos es del Vaticano,
Jesús es del pueblo que llora cada trece de mayo,
que sale a marchar cada fin de semana,
que sufre cada terremoto, cada apagón, cada día de elección.
Jesús es el niño que trabaja en los paraderos informales,
es el vendedor de papa, oca y esperanza,
es la madre de familia que carga con el peso del mundo,
es la muerte que se difumina en el horizonte
donde se fusiona el cielo y el mar,
es el perro sentado bajo la lluvia y
el gato sin techo ni dueño.
Jesús tiene forma de niña embarazada
de estado pesado sin ley
de columna erosionada por el tiempo
de un Macchu Picchu que jamás pudo abrazar a Martín Adán.
Jesús no está sobre un altar
está sobre la banca de un parque
está en el bolsillo de los inmigrantes
en el sonido triste de la guitarra.
Muriendo y descansado cada domingo
por petición de los hombres
por pena de las muchedumbres.
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios mío!
.
.
.
Etcétera, un largo etcétera, seguido de oraciones, plegarias,
de lágrimas de viudas.
Jesús no fue visitado por los reyes magos,
fue visitado por la hambruna, el desempleo y la corrupción
y quedó dormido en su pesebre de cartón
esperando por cargar la cruz de un pueblo
que dejó de creer en él.
¿Quién cree en las personas ausentes
después de tantos siglos, plegarias, lágrimas y gobiernos nefatos?
Jesús de Nazareth nació en un cerro de Lima Norte en el año 19 del siglo XXI a las 10:20 a.m. sin testigos ni ángeles que lo alaben. Solo el silencio de sus padres.
LA CIUDAD DE DIOS
La ciudad de Dios
es el vientre hinchado de un ebrio.
Ahí, donde comienza la vida,
ya está esperando la muerte.
Rondando las cabezas de los ancianos,
la calle llena de prostitutas.
La pasarela del olvido.
La ciudad de Dios
es recorrida diariamente por el diablo,
Dios ha sido desalojado.
El mundo contempla,
hinchado y melancólico,
la reconstrucción de Babilonia.
MENSTRUACIÓN
La sangre corre sobre el río
Y yo contemplaba
El auge y caída
Del Imperio Romano.
EYACULACIÓN PRECOZ
Las noches y los días
Se mezclaban
Como los cuerpos
De amantes
Que se reencuentran
Después de la guerra
Y se abrazan
Se consuelan
Se entregan.
Qué pena
Que esta obra
Dure lo que dura la vida
UN INSTANTE
INSTANTE
Un punto puede ser un poema.
Un punto puede ser una pareja que se besa.
Un punto puede ser un sol.
Un punto puede ser la luna.
Un punto puede ser la tierra en el cosmos.
Un punto puede ser una célula.
Un punto puede ser un verso.
Un punto puede ser solamente un punto.
Un punto es tanto y tan poco.
Por eso es tan poético.
LA NATURALEZA DE LO BELLO
Lo bello no puede estar exclusivamente en el sujeto,
tampoco debe ser una sombra del objeto.
Lo bello debe emerger de un encuentro íntimo
entre los sentidos, la razón y los fenómenos perceptibles.
Lo bello podría encontrarse en un copo de nieve
que rodando, cuesta abajo, forma un objeto más grande.
Sus cualidades seguirán presentes,
como presente está el clima y los cambios de la naturaleza.
Lo bello es como una gota que da vida a un río
o una fila de hormigas que regresan a su hormiguero.
Hay un balance entre medidas y funciones,
lo armonioso es bello, porque lo armonioso es cognoscible.
Pero en el caos se percibe el desorden
y los sentidos no logran capturar las cualidades propias
de los objetos.
Lo bello es connatural a lo verdadero y lo bondadoso,
no puede emerger como hijo de ellos,
sino como hermano mestizo.
Lo bello es innato al gusto de los especímenes
y a los aromas de los versos.
La figura humana es una belleza transformada,
restaurada por la suprema belleza.
Pero en el acto imperceptible de la mente
se encuentre ese barco de Caronte que se viste de belleza.
Las figuras, las sombras abstractas,
el ruido de las piedras al rodar
o de las olas al golpear los peñascos y las rocas,
todas esas sensaciones son bellas.
Un poema, una mirada hacia la luna,
la revelación del misterio que atrae al hombre,
todo aquello que sea verdadero, es bello,
y todo lo bello posee una bondad ontológica
donde el hombre encuentra la respuesta
para aquella densa pregunta con la cual nace.
La muerte es bella en su propia naturaleza,
porque es el tránsito de aquel tiempo que poseemos,
seres mortales que regresamos a brazos del Eterno.
Lo bello es tanto más que todo lo que está escrito
en este poema que intenta ser un ejemplo de lo bello.
De la plaqueta “Laberinto de versos” (La tortuga ecuestre, N° 384, 2018)
EL NAZARENO
Cristo quiso dormir
como duermen los gatos:
indiferentes ante el entorno,
atentos ante el peligro.
Pero Cristo se tomó a pecho ese deseo
y desde hace dos mil años ignora
los rezos de los niños.
Al menos un gato te busca por alimento,
Cristo te pide limosnas
que se vuelven caridad de pobres.
TRAS UN CONCIERTO DE QUEEN
Desde la infancia quise escuchar a Mercury
pero debía conformarme con mi casette.
Repeticiones que grababa en la radio
y que podía escuchar desde el alba
hasta la hora del sueño.
Pero me quedaba el sinsabor de no escucharlo
en un concierto con su mítica banda Queen.
Debería esperar a que todos mueran,
a que yo muera,
a que medio mundo muera,
para escucharlos en concierto
en alguno de los países del infierno.
Y en ese concierto, Dios y el diablo poguearían
hasta saber quién posee más adeptos,
pero siempre van a quedar relegados.
¡Mercury es el dios de los paganos y de los creyentes!
TRUMP
Dios se puede equivocar.
Le otorgó la vida a Trump.
¿Cómo sé que es hijo de Dios?
El diablo no le daría vida
a quien le podría robar el puesto de
rey de los infiernos.
POEMA VII
«¿Qué es la poesía?»,
se pregunta el hombre
que mira a la luna.
Y un gorrión responde:
«Es el alma de los muertos».
Entonces, la luz se revela
para aquel hombre que es ciego.
Un verso se vuelve trayecto
para aquella alma lisiada
en un inservible combate.
Y su quebrantada alma
se despoja de su cuerpo
forjando un puente entre ella
y él, entre el hombre y su ser,
entre la vida y la muerte.
Entonces, la muerte es inservible,
porque esos hombres no mueren.
El alma permanece latente
en algún verso escrito
sobre la hoja que cae en otoño.
«¿Qué es la poesía?»,
se pregunta el hombre
que mira a la luna.
«Es la llave secreta de la vida»,
responde un cuervo blanco.
Y así vamos escapando al silencio
que abrasa nuestra mirada.
El crescendo de la voz del sol
termina abrazando
aquel verso que dejamos escrito.
Entonces, respondemos la pregunta
sobre la naturaleza de la poesía,
la respondemos con el mismo silencio,
pues con las palabras no basta:
es la vida misma quien habla.
CARTA DE AMOR
A DANIELA
Amor, tus detalles, gestos y acciones me gustan;
llenan mi corazón.
Pero el corazón que poseo, era como un gato sin techo.
De esos que hacen bulla por hambre o por frío.
Sin embargo, llegaste sin avisar.
Con una sutil caminata,
como caminan los peces sobre el mar.
Y es difícil comprender lo que hace el amor
en el corazón de los hombres
que se alistan para la guerra.
Pero yo no quería ir a la guerra, solo quería un abrazo.
Un abrazo que se tornara como un poema de primavera
o un abrazo que me recordara
que el invierno no dura tantos meses.
Amor, todos tus gestos llenan mi mirada,
todas tus acciones
retumban en los cimientos de mi voluntad.
Sin embargo, si no tuviera nada de ello,
igual sería feliz.
Por la presencia tuya que es como un sol de verano,
como las gaviotas que ya evitan el suicidio,
como la flor que rompe las estructuras del hielo.
Posiblemente yo no sea el mejor ser humano,
hasta me cuestiono si soy ser humano.
Pero en ti encuentro la posibilidad
de dialogar con mi ser
y reconciliarme, conmigo, en el silencio.
¡Ay, amor! ¡Cómo quisiera ser poeta!
Porque no me considero poeta,
me considero un hombre enamorado.
Enamorado de ti, enamorado de tu ser.
Y es que contigo, este corazón mío,
que era parecido a un gato sin techo,
encontró su abrigo entre tus brazos.
AMORES PERROS
La aspereza de Lima
solo se compara con la barbilla de mi viejo.
Y esa es una afirmación grotesca,
considerando que Lima es cuna de realeza:
real mentira transformada en croché barato.
Hoy siento que el mundo se desploma,
pero poco o nada puedo hacer.
Estoy sentado en el viejo diván
de la sala de espera.
Sigo esperando por mi hermano
mientras fumo un Marlboro de canela.
El mundo es diferente
y Lima ya parece un submundo del mundo.
¿Cuántas razas de perros existirán?
Hay perros en las plazas
y en las escaleras de la iglesia.
Hay perros que usan corbata
y perros que se visten de mujerzuela.
Es tan áspera la vida en Lima,
pero es como sobarse la piel con el borrador
y creer que el niño que supere el reto
será el niño rey del colegio.
Así me siento, mientras sigo fumando,
esperando a mi hermano, el psicólogo,
para que me vuelva a analizar.
Hoy debo hablarle de Lima
y de la vez que me violó
con la búsqueda de trabajo
y la mordida de un perro con rabia.
De la plaqueta “Laberinto de versos” (La tortuga ecuestre, N° 384, 2018)
ABSOLUCIÓN
“Hoy te perdono”
dijo Dios
tras cinco rondas de whisky.
Pero yo estaba de espaldas
y no lo escuché.
Seguí bebiendo
en aquel bar
donde él
era el dueño.
De la plaqueta “Laberinto de versos” (La tortuga ecuestre, N° 384, 2018)
LUNA
Radiante,
fulgurante.
Tan ajena,
tan distante.
Calmas el ocaso
con alguna enigmática sonrisa.
Donde los ángeles se confunden
y los diablos se convierten.
Ni el demonio se mantiene indiferente.
Apareces de la nada,
aclaras al lienzo nocturno
con tu peculiar presencia.
Lejana,
inconmensurable.
Indescriptible,
imposible.
Tú, que, en tu soledad,
bailas tangos con las almas tristes
Tú, que, en tu silencio,
entonas himnos para los corazones olvidados.
¿Cuánto más nos queda?
¿Una, dos, tres noches más?
¿Cuánto más deberé admirarte?
¿Una, dos, tres vidas más?
Sonriente,
perfecta.
Misteriosa,
siempre amada.
Ni Dios ni el diablo te poseen,
ni los mismos hombres que te ven.
Todos lanzan preguntas a tu misterio,
para ver si se encuentra alguna respuesta.
Luna, eso eres.
El último límite de la vida del hombre.
Su último horizonte,
su última esperanza.
TULIPANES
Quisiera viajar a Holanda
y visitar un jardín de tulipanes.
Sentarme en alguna banca
apreciando el paisaje.
Sin cigarro ni alcohol.
Solo con el vicio de mi alma
y el camino de mis ojos.
Quisiera estar en los Países Bajos
y bañarme de los colores de las flores.
Centrarme en la casualidad del tiempo
que me junta a ese paisaje.
Quisiera estar ahí, abrazado a mi silencio
mientras dejo que Holanda me hable.
Pero no podría estar en soledad.
Tendría que estar contigo,
cogido de tu mano
para no perderme en el tiempo.
Quisiera viajar y ver los tulipanes,
los tantos colores que se mezclan
en una singular armonía.
Mirarlos y verte reflejada en ellos.
No podría convivir con mi soledad,
sí con el silencio que nos abraza.
Sentados en aquella banca,
mientras dejamos que el alma vuele
sobre aquel jardín secreto
que nos mira constantemente.
Y tú y yo, ahí perdidos,
en medio de algún jardín holandés
que nos habla con sus tulipanes.
Nuestro jardín secreto,
nuestra barca de los deseos.
SECRETO
Llegará un momento
donde habrán pasado sesenta años
y estaremos juntos, sentados,
en el pórtico de nuestra casa.
Miraremos el cielo callado,
a cualquier hora del día
y le diremos, al sol o a la luna,
que logramos sobrevivir.
Logramos sobrevivir
a nuestra rara forma de amar,
a nuestros cambios de humor,
a nuestros sinsabores,
a nuestras extrañas personalidades
y que seguimos estando juntos.
Con ciertas marcas,
algunas de besos,
otras de nuestra forma de jugar.
Mordidas o pelliizcos
o, sencillamente,
las huellas de nuestras cosquillas.
Llegará un momento
donde te miraré a los ojos
y te acariciaré tus cabellos,
tan suavemente como antes lo hacía,
como cuando tenías miedo a dormir sola
o como cuando tenías insomnio.
Llegará ese momento
y volveré a decirte “te amo”,
así como te lo digo ahora
mediante este poema,
uno de los tantos
que a ti te gustan.
X
Pagaré por siete rondas de licor,
porque me dijeron que el siete es número de la suerte,
de la vida,
de la fe,
de la perfección que Dios nos negó.
Pagaré por siete rondas de licor,
para beber de lunes a domingo,
una ronda por día,
y así olvidarme de mis deudas e imperfección.
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